Unas croquetas ideales de entrada. También es otra manera de que los más pequeños coman verdura.
350 gr de mantequilla, 600 gr de harina de fuerza, 1 L de leche, sal, nuez moscada, 500 gr de espinacas, pan rallado, 12 huevos, aceite de freir, agua.
En una cacerola poner las espinacas, cubrirlas de agua y taparlas. Ponerlas a calentar a fuego fuerte, y cuando comiencen a hervir, dejar 20 m. Sacar , escurrir bien y dejar enfriar. Prensarlas bien para que pierdan el agua.
En una cacerola poner la mantequilla a calentar. Salpimentar, agregar la nuez moscada. Cuando esté derretida la mantequilla, agrega la harina y mezcla bien hasta que estén bien ligadas. Ir añadiendo la leche poco a poco, sin dejar de batir para obtener la bechamel.
Cuando la bechamel este montada, añadir las espinacas y mezclar enérgicamente. Corregir la sal. Verter en un molde que previamente habremos untado con aceite. Cubrir con film y meter en la nevera unas 2 h.
Sacar e ir formando las croquetas con ayuda de 2 cucharas. Pasar por huevo batido y pan rallado para rebozarlas.
Freírlas en abundante aceite hirviendo. Servir calientes.