Uno de los platos más típicos de la gastronomía española. Un plato contundente sobre todo en épocas de frío. A mi, personalmente, me gusta añadirle una guindilla para darle un punto picante, que a mí parecer, le viene muy bien.
1 kg de patatas, 2 chorizos para guisar, 2 guindillas frescas, 1 cebolla, 3 dientes de ajo, 1 hoja de laurel, 100 ml de vino blanco, pimentón dulce, sal, aceite de oliva.
Pelar y cortar las patatas en trozos de unos 2×2 cm. Remojar en agua fría.
En una cacerola poner el aceite de oliva, las guindillas y el laurel a calentar. Añadir la cebolla y el ajo en rodajas. Pochar. Agregar el chorizo cortado de rodajas y rehogar.
Añadir entonces las patatas y rehogar con el vino. Salar. Cubrir de agua y dejar a fuego medio hasta que las patatas estén tiernas. Terminar con pimentón al gusto. Comprobar de sal y servir bien caliente.