Los adobos se usaban en la antigüedad para «disfrazar» el estado de la carne o el pescado en malas condiciones. Hoy en día se usan para realzar el sabor de la comida. Suelen hacerse con cítricos, vinagres y especias.
1 pechuga de pollo, aceite de oliva, miel, 1 limón, curry, sal, aceite de freir.
Poner todas los ingredientes (menos el aceite de freír) en un bol y mezclar bien. Meter el pollo en esta mezcla a marinar. Moverlas a menudo, para que se empapen con la marinada.
Poner a calentar en una sartén a fuego medio el aceite. Sacar las pechugas de la marinada y cuando el aceite esté caliente, freírlas en el. Dándoles la vuelta, para que se hagan por ambos lados.
Poner en un plato, trincharlas en tiras y rociarlas con el resto de la marinada, que habremos calentado previamente. Servir.