La compota es un postre casero que tradicionalmente se hace con distintas frutas y especias. Es un alimento de consumo habitual en Francia o Alemania.
4 peras, 500 ml de agua, 500 ml de vino tinto, 500 ml de leche, 500 gr de azúcar, 2 sobres de gelatina neutra, 250 gr de harina, 20 gr de maicena, 4 yemas de huevo, 1 huevo, 30 gr de mantequilla, sal, canela.
Pelar y cortar las peras en 8 trozos a lo largo. Descorazonarlas. Poner en una cazuela el vino, el agua y 350 gr de azúcar. Cocer hasta que las peras estén tiernas, sacarlas con una espumadera y ponerlas en una compotera. Agregar la gelatina y dejar enfriar.
Pasar la harina por un tamiz y formar un volcán. En el hueco central, poner 1 yema, la mantequilla ablandada y un pellizco de sal. Ir mezclando con las manos hasta hacer una masa suave. Cuando este ligada, estirar con un rodillo y doblar como si fuera una servilleta.
Volver a estirar la masa y forrar un molde redondo desmontable. Dejar reposar 30 m. Precalentar el horno a 200°. Pinchar con un tenedor la masa y hornear 15 m.
Batir 3 yemas, el huevo, la canela y 150 gr de azúcar . Añadir la maicena y la leche y mezclar bien hasta que espese. Retirar y dejar enfriar.
Sacar el molde del horno y desmoldar. En el fondo, poner la compota, cubrir con la crema de canela y espolvorear azúcar por encima. Quemar con una plancha hasta que se caramelice el azúcar.