Un primero consistente y sabroso que rompe con lo tradicional.
750 gr de calabacín, 100 gr de mantequilla, 4 huevos, 60 gr de parmesano rallado, 250 ml de bechamel, 200 ml de nata, sal, pimienta negra molida, 200 ml de tomate frito.
Lavar y rallar los calabacines con un rallador italiano. Poner en una fuente por capas, salandolo entre una y otra. Dejar reposar 1 h y escurrir bien todo el líquido qué suelten.
En una sartén, poner la mantequilla a calentar. Agregar los calabacines y cocer hasta que estén tiernos. Añadir la bechamel caliente y las yemas de los huevos. Mezclar y salpimentar.
Montar las claras a punto de nieve con un pellizco de sal. Añadir a la masa y ligar bien. Untar de mantequilla un molde de corona e ir rellenando con la masa, dando golpes sobre la mesa para sacar el aire.
Meter al baño maría en el horno a 180°, unos 40 m. Cuando esté hecho, sacar, esperar a que se enfríe y sacar en una fuente de horno.
Mezclar el tomate y la nata. Salar y napar la corona. Espolvorear por encima el queso y cocer en el horno 20 m a 220°. Servir caliente o frío.