Tortilla de quesos

Tortilla de queso

Tortilla es el nombre de diversos alimentos propios de diferentes países, el nombre proviene de torta pequeña; en cada país se llama tortilla a secas la que es más común en la zona.

8 huevos, 300 gr de quesos variados, sal, aceite de oliva.

En un bol batir los huevos, la sal y el queso partido en pedacitos no muy grandes.

Poner a calentar aceite en una sartén a fuego muy fuerte. Cuando este caliente añadir el contenido del bol, removiéndolo para que no se pegue y se cuaje bien, poner a fuego suave y dejar que se haga poco a poco.

Dar la vuelta a la tortilla y hacerla por la otra cara, con el mismo procedimiento. Servir caliente o fría, según el gusto.

Risotto de esparragos y jengibre

risotto de jamon y jengibre

El risotto es una comida tradicional italiana realizada a base de arroz. Es uno de los modos más comunes de cocinar arroz en Italia. Es una comida originaria del Piamonte y el oeste de Lombardia. En los últimos años se ha puesto muy de moda este plato.

100 gr de arroz, 150 ml de nata liquida para cocinar,  sal, 1 cucharada de mantequilla, 2 cucharadas de parmesano rallado, 20 gr de espárragos verdes, aceite de jengibre.

Cocemos el arroz en agua caliente con un poco de sal durante 13 m, transcurrido ese tiempo, lo sacamos, lo escurrimos y lo ponemos en una bandeja para que se enfrié. Hay que tener en cuenta, que una vez cocido, el arroz multiplica su peso x2.

En una sartén ponemos la mitad de la mantequilla y doramos en ella los espárragos partidos. Añadimos la nata con un pellizco de sal, cuando este caliente añadimos el arroz y removemos. Añadir el resto de la mantequilla y el parmesano. Nos tiene que quedar de una textura cremosa. Añadir  un chorrillo de aceite de jengibre, sin pasarse, pues tiene un sabor muy intenso y apagar el fuego inmediatamente. Servir caliente.

Aceite de jengibre

El jengibre es una planta de la familia de las zingiberáceas, cuyo tallo subterráneo es un rizoma horizontal muy apreciado por su aroma y sabor picante.

200 ml de aceite de oliva, 1 raíz de jengibre.

Pelar el jengibre y cortarlo en rodajas unos 2 mm de grosor. Confitarlo en el aceite a fuego muy, muy suave. Una vez termine de confitarse, apartarlo del fuego y dejarlo enfriar a temperatura ambiente. Colar y ya tenemos preparado el aceite. El jengibre lo podremos usar para otras preparaciones.