A diferencia del espárrago verde, el blanco crece debajo de la tierra y no debe recibir la luz del sol. En el momento en que emerge del surco en el que crece, la punta adquiere un color verde o violeta por el efecto de la luz solar, lo que hace que varíe su clasificación comercial.
1 k de espárragos blancos en conserva, 300 ml de nata, 3 huevos, 5 yemas de huevo, 150 gr de queso parmesano, 50 gr de mantequilla, sal, pimienta blanca molida.
Cortar las puntas de los espárragos y reservar. En un bol mezclar los huevos con las yemas, la nata y los espárragos que previamente habremos triturado en un robot de cocina. Rallar el queso y añadírselo, mezclar bien y rectificar de sal. Cubrir dos moldes con mantequilla por las paredes y el fondo. Repartir por el molde las puntas partidas por la mitad a lo largo y verter la preparación en ellos. Cocer hasta que estén solidos en el horno a 150º. Sacar y dejar enfriar. Servir frios, cortados en rodajas .