El albaricoque, una drupa casi redonda y con un surco, por lo común amarillenta a naranja aunque a veces con tiras rojas en parte encarnada, aterciopelada, de sabor agradable y con hueso liso de almendra generalmente amarga.
8 albaricoques, 4 huevos, 100 gr de azúcar, 100 gr de harina de repostería, 1/2 cucharadita de canela en polvo, mantequilla, sal, 3 cucharadas de licor de melocotón.
Calentar un vaso de agua en un cazo a fuego vivo. Lavar los albaricoques, hacerles un corte en forma de cruz en el culo y escalfarlos en el agua. Sacarlos con una espumadera y retirarles la piel.
Ponerlos en un bol y regarlos con el licor. Precalentar el horno a 180º. Untar de mantequilla un molde y espolvorearlo de harina. En un cuenco poner las yemas y el azucar y mezclar con la batidora. Añadir la harina tamizada y la canela. Incorporar las claras a punto de nieve y sal.
Verter la mitad de la mezcla en el molde y colocar encima los albaricoques cortados por la mitad, añadir el resto de la masa y cubrirlos con el resto de los albaricoques. Hornearlos 25 m y servir frió.