Plato de gran tradición en la gastronomía andaluza, que en los últimos tiempos a caído en el olvido. Un postre original, sencillo y económico.
1 1/4 L de leche, 250 gr de mantequilla, 350 gr de azúcar, 6 huevos, 1 cucharada de azúcar vainillada, 175 gr de maizena, pan rallado, aceite para freír, azúcar y canela molida.
Untar una bandeja plana con mantequilla. En una cacerola poner 1 L de leche, junto con la mantequilla, el azúcar y el azúcar vainillada a hervir. Por otro lado mezclar en un bol, 250 ml de leche, con 4 huevos y la maizena. Batir bien para no dejar grumos. Cuando la leche de la cacerola comience a hervir añadir el contenido del bol removiendo enérgicamente para que ligue bien, y cuando espese, retirar del fuego y verter en el molde. Reservar en la nevera un mínimo de 6 h.
Sacar de la nevera la masa, cortarla en porciones rectangulares, pasarlas por huevo batido y pan rallado y freírlas en aceite. Secarlas bien con papel de cocina. En bol mezclar canela molida y azúcar a partes iguales y espolvorear esta mezcla por encima de la leche frita. Servir caliente.