Patatas, jarabe de vainilla, aceite de oliva.
Se pelan las patatas y se cortas en rodajas gruesas, 1/2 cm aproximadamente. Ponemos el aceite en un cazo a calentar a fuego muy suave y le pondremos un poco del jarabe. Cuando comience a hervir, introducimos las patatas (el aceite debe cubrirlas) y las dejamos cocer lentamente hasta que esten tiernas. Se conservan en el mismo aceite. Este aceite sirve para volver a confitar.
Podemos sustituir el jarabe de vainilla por cualquier otro (rosas, avellana, etc…). Estas patatas las podremos usar como base para otros platos o como guarnicion.