El jengibre es una planta de la familia de las zingiberáceas, cuyo tallo subterráneo es un rizoma horizontal muy apreciado por su aroma y sabor picante.
200 ml de aceite de oliva, 1 raíz de jengibre.
Pelar el jengibre y cortarlo en rodajas unos 2 mm de grosor. Confitarlo en el aceite a fuego muy, muy suave. Una vez termine de confitarse, apartarlo del fuego y dejarlo enfriar a temperatura ambiente. Colar y ya tenemos preparado el aceite. El jengibre lo podremos usar para otras preparaciones.