Los tomates que llegaron a Europa procedentes de América era amarillos por eso los italianos los llamaron pomodoro (manzana dorada). Con un alto contenido en agua y bajo en calorías son ricos en vitaminas A, B y C.
Se consumen crudos o cocinados, en ensalada, zumos o salsas. Su aspecto debe ser firme, carnoso y brillante, sin arrugas y de color uniforme.