Las alitas son quizás mi parte preferida del pollo. Su carne es jugosa y sabrosa. Además al freírlas, suelen quedar crujientes.
1 kg de alitas de pollo, 1 cabeza de ajos, 250 ml de vinagre de vino blanco, sal, 1 cucharada de orégano, 1 cucharada de cominos en grano, 3 cucharadas de pimentón dulce, 2 guindillas secas, 200 ml de agua, aceite de freír.
Cortar las alitas por la mitad. Desmenuzar los ajos y machacarlos. Poner el vinagre, el agua, la sal, el orégano, el comino, el pimentón y las guindillas en el vaso de una batidora y triturar durante 5 s. Añadir los ajos y remover bien.
En un bol poner las alitas y cubrirlas con el adobo. Dejar al menos 8 h en la nevera, removiendo las de vez en cuando. Corregir de sal.
En un perol poner el aceite a calentar a fuego fuerte. Cuando esté caliente, freír en él las alitas, procurando que nos queden crujientes. Sacarlas y escurrirlas en papel de cocina. Servir calientes.