En algunas culturas se consume la sangre como alimento, a menudo en combinación con carne. Puede hacerse en morcillas, como espesante para salsas, en salazón, guisada o en sopa.
1 kg de sangre de pollo, 1 kg de tomate frito, aceite de freír, sal, 2 cebollas, aceite de oliva, 1 hoja de laurel, pimienta en grano.
Pelar y picar en juliana las cebollas. Pocharlas en aceite caliente en una cacerola a fuego medio. Añadir el laurel y la pimienta. Cortar la sangre en dados de 2×2 y añadír al guiso, removiéndocon cuidado, para que no se deshaga.
Por ultima añadir el tomate frito y bajar el fuego, dejando mezclar todo el conjunto, removiéndola con cuidado. Corregir de sal. Servir caliente.