Originaria del sur de España tierra de naranjos y olivos. Una mezcla diferente, muy fresquita.
3 naranjas sanguinas, 1 cebolla fresca, aceite de oliva, sal, unas hojas de menta.
Quitamos los dos extremos de las naranjas, las pelamos y les quitamos toda la piel blanca, para que no amargue. A continuación las cortamos en finas laminas y las ponemos en una bandeja. Cortamos en juliana la cebolla, las colocamos en partes pequeñas en un colador y las prensamos para que suelten el gusto a crudo, secarlas con un trapo.
En una bandeja disponemos las naranjas, ponemos por encima la cebolla, regamos con aceite, salamos y terminamos con la menta, también cortada en juliana.